Una persecución vehicular registrada alrededor de la 1:30 p.m. en Laredo, Texas, terminó con cinco personas indocumentadas bajo custodia y un conductor aún prófugo tras lanzarse al río Bravo en un intento desesperado por escapar hacia México.
Los hechos se desarrollaron cuando agentes del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, por sus siglas en inglés) intentaron detener un Nissan Altima, el conductor, en lugar de detenerse, optó por emprender una peligrosa huida por calles locales, culminando en el área de Anna y Boston.
“Aquí es donde el conductor decidió salir de su vehículo y correr hacia el río y nadar al lado mexicano. Los cinco inmigrantes fueron referidos a la migración,” explicó el Sargento Erick Estrada, portavoz del DPS.
Una estrategia peligrosa y recurrente
Aunque la huida hacia el río no siempre termina en un escape exitoso, las autoridades señalan que esta táctica se ha vuelto cada vez más común entre contrabandistas de personas. El terreno y cercanía del río Bravo a las calles de Laredo representan una vía de escape potencial para aquellos que intentan evitar el arresto.
“Esa técnica que utilizan ellos para evadir la policía utilizando el río… por lo general lo usan en este tipo de incidentes,” señaló Estrada.
Este incidente subraya los retos continuos que enfrentan las autoridades fronterizas al lidiar con las tácticas cambiantes del tráfico de personas. A menudo, los conductores huyen con la esperanza de que el río actúe como una barrera efectiva contra la detención. Sin embargo, este tipo de acciones pone en riesgo la vida tanto de los migrantes como de los propios contrabandistas.
Investigación en curso
Actualmente, el Departamento de Seguridad Pública de Texas trabaja en conjunto con otras agencias para identificar al conductor del vehículo. Aunque los cinco pasajeros han sido referidos a las autoridades migratorias para su procesamiento, el conductor continúa prófugo en el lado mexicano del río.


