El fentanilo, una droga sintética hasta 50 veces más potente que la heroína, no solo representa un peligro para los consumidores, sino también para aquellos que están encargados de combatir su tráfico.
Desde los laboratorios forenses hasta los puntos de revisión fronterizos, los agentes de seguridad pública y aduanas trabajan bajo estrictas medidas para evitar una exposición accidental que podría ser fatal.
En un reciente reportaje, representantes del Departamento de Seguridad Pública (DPS) y de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) compartieron cómo enfrentan esta crisis silenciosa con herramientas de alta tecnología y procedimientos meticulosos.
La ciencia detrás de la seguridad
Melissa Nieto, científica forense del DPS, explicó que cada muestra de droga incautada se analiza con extremo cuidado. “Para evitar contacto con el fentanilo, es recomendado que se ponga guantes o cubrebocas, una capa de protección para cubrir la ropa, para que no tenga contacto con cualquier química o con el fentanilo,” detalló Nieto.
En pequeñas cantidades, el fentanilo puede ser absorbido por la piel o inhalado, lo que puede causar una sobredosis casi inmediata. Por esta razón, todo el personal que entra en contacto con posibles sustancias contaminadas utiliza equipo de protección personal (EPP), como gafas, mascarillas, y trajes especiales.
Mezclas mortales y detección rápida
Uno de los retos más grandes que enfrentan las autoridades es que el fentanilo frecuentemente está mezclado con otras drogas, lo que hace su detección aún más peligrosa. “No es muy común, pero sí lo hemos encontrado en ciertos pedazos de evidencia,” comentó Nieto. “Por lo regular, con lo que sí está mezclado es con la cocaína y con la heroína.”
La identificación de estas mezclas es crítica para proteger tanto a los agentes como a las comunidades. En los puntos de entrada fronterizos, los oficiales de CBP utilizan dispositivos portátiles de análisis que permiten determinar en segundos el tipo de droga incautada.
Jennifer Gutiérrez, oficial de CBP, explicó cómo funciona el proceso: “Las drogas son confiscadas. Se meten en ese aparato. Este es una cajita que está segura… se toman toda precaución para asegurar la droga. Ponerlo en una área segura.”
Además, Rick Pauza, portavoz de CBP, destacó que incluso sustancias aparentemente inocuas como la cafeína o el polvo de leche son usadas para “cortar” el fentanilo, lo que complica aún más su detección.
